Di algo, estoy renunciando a
ti. Seré la indicada si quieres que lo sea. Sabes que a cualquier parte te
hubiera seguido. Pero hoy me siento tan insignificante… Todo estaba por encima
de mi cabeza, no sabía nada en absoluto. Sé que voy a tropezar y caer, todavía estoy
aprendiendo a amar, apenas comenzando a gatear. Di algo, estoy renunciando a
ti. Lamento que no pude tenerte. Me estoy tragando el orgullo para decirte que
te quiero, pero no quiero decirte adiós. Di algo…
Gotas de lluvia que inundan la ciudad. Oxígeno que me llega a través del humo del cigarro. Manos calientes, aroma a café, labios secos. Aquella melodía que no para de sonar y siento muy lejos. Mi mirada en tus ojos dormidos. Viento que golpea el cristal, y mi perro no deja de ladrar. Velas encendidas y ese olor a vainilla. Tacto suave, páginas viejas que se rompen como susurros, esos que hielan la piel. Silencios agradables, repetitivos, confusos, afligidos. Mar de estrellas, a veces fugaces, como los amores eternos. Versos inacabados en dedos inexpresivos. Las mejillas rosadas mi color favorito, como el verde, a mi lado. Y supongo que todo esto es lo que me hace ser.