Y de pronto, se le forma un nudo en la garganta. No quiere que se vaya. ¿Por qué siente esa angustia? ¡Si se lo está diciendo muy claro! La que le gusta y la que
le seguirá gustando cuando vuelva es ella.
-¡Buenos días, princesa! -grita de repente el chico-. ¡He soñado toda la noche contigo! Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo
pienso en ti princesa. ¡Pienso siempre en ti!
El fragmento de La vida es bella la hace temblar y termina por sacarle una sonrisa y también una lagrima de la emoción.