No sé qué me pasa que cuando lo veo pasar no
puedo respirar. Me quedo bloqueada y paralizada, esto no es normal. Cuando me
mira siento como si el mundo se empezara a parar. Y sé, que a él también le
pasa. No puedo vivir si el ya no está, mi mundo no gira y el sol no puede
brillar. Pero está bien. Perfecto es cuando al caminar con sus viejos jeans,
todas se giran para mirar. Pero está bien. Muy bien.
Gotas de lluvia que inundan la ciudad. Oxígeno que me llega a través del humo del cigarro. Manos calientes, aroma a café, labios secos. Aquella melodía que no para de sonar y siento muy lejos. Mi mirada en tus ojos dormidos. Viento que golpea el cristal, y mi perro no deja de ladrar. Velas encendidas y ese olor a vainilla. Tacto suave, páginas viejas que se rompen como susurros, esos que hielan la piel. Silencios agradables, repetitivos, confusos, afligidos. Mar de estrellas, a veces fugaces, como los amores eternos. Versos inacabados en dedos inexpresivos. Las mejillas rosadas mi color favorito, como el verde, a mi lado. Y supongo que todo esto es lo que me hace ser.