Y por más que te demostré y que luché por lo
nuestro no conseguí tu sonrisa y lo siento.
Que débil, que frágil, que fácil dañarme,
que imbécil que me haces sentir por buscarte
por no valorarme y por darme cuenta tan tarde
que nunca quisiste quedarte.
Y que sigo
un día más sin poder abrazarte, besarte y decirte
al oído que quiero mi vida contigo.