Gotas de lluvia que inundan la ciudad. Oxígeno que me llega a través del humo del cigarro. Manos calientes, aroma a café, labios secos. Aquella melodía que no para de sonar y siento muy lejos. Mi mirada en tus ojos dormidos. Viento que golpea el cristal, y mi perro no deja de ladrar. Velas encendidas y ese olor a vainilla. Tacto suave, páginas viejas que se rompen como susurros, esos que hielan la piel. Silencios agradables, repetitivos, confusos, afligidos. Mar de estrellas, a veces fugaces, como los amores eternos. Versos inacabados en dedos inexpresivos. Las mejillas rosadas mi color favorito, como el verde, a mi lado. Y supongo que todo esto es lo que me hace ser.

Seguidores

¡Buenos días princesa!


Están en el anden contrario al que les ha llevado hasta allí  En el que conduce a Moncloa. ¿Es que se le ha olvidado algo? Apenas hay gente. Ellos dos y un par de parejas mas alejadas de donde están.
-Raúl, ¿vamos a coger otra vez el metro?
El no dice nada. Solo mira hacia el túnel por donde aparece el tren a toda velocidad. Agarra a Valeria de la mano, la mira a los ojos y, con todas sus fuerzas, bajo el sonido de la locomotora y los vagones que pasan fulgurantes por delante de ellos, grita tan alto como puede.
-¡Te quieroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!