Yo soy de las que matan los rencores y los olvida al otro día. No soy de las que apunta y se guarda experiencias maltratadas, suelo vivir el día a día y no creo en los cuentos de hadas. Cuando me entrego tengo la manía de entregarme en cuerpo y alma y empiezo a ver que de tanto entregarme tengo la ilusión gastada. Mantengo el amor y la esperanza para luchar contra mi mente, le planto siempre cara a mi pasado y me gana este presente.