Mi fiel compañera, mi estado de ánimo de todos los días, mi guardasecretos confidencial, mi guardaespaldas. Tú, mi amiga, la que me alegra la vida, la que le pone el toque dulce a la guindilla para no pasar tantos ratos amargos. La que comparte conmigo las locuras y no deja que me caiga, y si me caigo, ella esta ahí para levantarme. La que cura mis heridas del golpe.
Amiga es mucho más que esa palabra.